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El deshidratado solar de alimentos, una propuesta innovadora ante la crisis del COVID-19

Hoy en día literalmente todo el mundo sabe acerca del coronavirus SARS-COV-2, causante de la enfermedad COVID-19. Más allá de que aún para estas fechas, miles de personas dudan todavía de su existencia, de lo que no pueden dudar es de sus efectos. El coronavirus ha azotado países y economías enteras a lo largo y ancho del globo y ha dejado en situación vulnerable a millones de personas frente a la crisis sanitaria más importante de los últimos 100 años.


Al día de hoy, el coronavirus ha infectado a más de 9 millones de personas en todo el mundo y le ha quitado la vida a casi medio millón. Las economías globales están teniendo pérdidas al nivel de aquellas de la llamada “Gran Depresión” de 1929 por lo que la situación es crítica.


En este momento, el continente americano concentra un cuarto de los casos registrados de la pandemia en el mundo, siendo Latinoamérica la región más afectada. Dadas las condiciones sociales y económicas de la región y los acontecimientos derivados de la cuarentena como la caída de empleos, la pérdida de ingresos familiares y el cierre de negocios ha generado en algunos sectores de la población un temor a quedarse sin comer aún más grande que el miedo al propio coronavirus.


Las crisis crean oportunidades y esta vez no es la excepción; y Latinoamérica, siendo la región más golpeada por la crisis, está trabajando en una solución.



Procesando los alimentos


En un momento en el que la población teme por su seguridad alimentaria, el deshidratado solar puede convertirse en un aliado para facilitar el acceso a comida nutritiva para personas en necesidad. Esta tecnología aprovecha la energía del sol para retirar el agua de los alimentos, lo que permite que estos puedan tener una vida más larga sin perder nutrientes esenciales.


Una muestra de este trabajo se está llevando a cabo en la Universidad de San Luis en Argentina, donde utilizaron un deshidratador solar propiedad de la institución para procesar alimentos que no cumplían con características aptas para comercialización, principalmente por no ser estéticas o tener algún daño menor pero que mantenían íntegramente su valor nutrimental.


Los investigadores utilizaron estos alimentos para deshidratarlos y procesarlos de manera que pudieran mezclarse con otros productos como lentejas o soya para poder utilizarlos en comedores comunitarios como un complemento nutricional, además de que gracias a la larga vida de anaquel pueden mantenerse hasta 1 año aptos para consumo.


En México, la empresa Genius Foods utiliza procesos de deshidratado para tratar desperdicios de frutas y verduras y convertirlos en productos nutritivos. Esta empresa surge como respuesta a una situación de su fundador Enrique González donde desde muy temprana edad le comentan que si no es cuidadoso con su dieta, podría desarrollar diabetes como su familia.


Es por esto que comienza a pensar en nuevas maneras de alimentarse de forma más nutritiva y a desarrollar negocios alrededor de este fin, es ahí cuando se da cuenta del valor que una nutrición adecuada pueda aportar a la vida de las personas. En Genius Foods utilizan semillas, tallos y cáscaras para extraerles fibra, antioxidantes y proteínas para crear un polvo con esos nutrientes que pueda servir para complementar la alimentación.



La tecnología


Continuando con México, en el Instituto de Energías Renovables de la UNAM es donde el desarrollo de tecnología ocurre. Esta institución de gran prestigio a nivel nacional e internacional cuenta con grupos de investigadores dedicados al desarrollo de tecnología solar para deshidratado. En IDI Solar, trabajamos de la mano con tan renombrada institución para lograr en conjunto las tecnologías y las mejoras que el mercado y la sociedad demandan.


Los procesos para alimentos requieren de tecnología probada y validada que permita obtener el mayor beneficio posible de la deshidratación, algo únicamente posible a través de la investigación científica.



La pandemia continua activa en gran parte del mundo y no se detendrá mientras no exista una vacuna. Sin embargo, el mundo no se ha cruzado de brazos y las grandes mentes se encuentran trabajando para apoyar a lograr la estabilidad una vez que pase el trago amargo.


Este es uno de los momentos más complicados de la historia reciente de la humanidad, afortunadamente tenemos a la ciencia y la tecnología de nuestro lado, así como el gran espíritu de las personas que harán todo lo que esté de su lado para ayudar a quienes lo más lo necesiten.



Para conocer más de IDI Solar


Imagen de portada de Andra Ion


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