Dr. Octavio García Valladares
Fotografía: María Teneva
La pérdida de alimentos en México en las etapas de producción, almacenamiento, procesamiento y distribución y el desperdicio de alimentos de buena calidad que se desechan, tienen un impacto negativo en el medio ambiente debido al uso de agua, tierra, energía y otros recursos naturales para producir alimentos que nadie consumirá.
El método de secado al sol al aire libre, ampliamente practicado en los países en desarrollo para la conservación de alimentos, tiene importantes pérdidas posteriores a la cosecha causadas por un secado inadecuado, ataques de hongos, invasión de insectos, pájaros y roedores, lluvia inesperada y otros fenómenos meteorológicos [1]; dando como resultado un producto de baja calidad que con frecuencia no puede cumplir con los estándares mínimos de seguridad alimentaria. Se estima que las pérdidas por secado al sol corresponden al 30-40% de la producción total en estos países [2].
Una medida para aliviar este problema es el uso de deshidratadores solares de alimentos, que además retrasa el deterioro del alimento al retirar su contenido de humedad. El deshidratador solar disminuye los costos asociados al consumo de combustibles fósiles, protege a los alimentos de las condiciones ambientales y la calidad del producto puede mejorar en términos de nutrientes y propiedades organolépticas, además de que le da un valor agregado al producto al hacerlo más fácil de envasar y transportar [3].
[1]O. V. Ekechukwu, B. Norton, Review of solar-energy drying systems II: an overview of solar drying technology, Energy Convers. Manag. 40 (6) (1999) 615–655.
[2]M. Kumar, P. Khatak, Progress in solar dryers for drying various commodities, Renew. Sustain. Energy Rev. 55 (2016) 346–360.
[3]O. Prakash and A. Kumar, Solar Drying Technology, Concept, Design, Testing, Modeling, Economics, and Environment, ch. 1, 2. Springer, 1 ed., 2017